La jornada electoral se veía linda y normal. El proceso fue lento pero progresivamente se alcanzaron las proyecciones de votos que se esperaban.Sin embargo, con indignante vergüenza un año más tenemos que estar hablando de fraudes y de metidas de votos por parte de gente del cordón. ¿No pueden ganar una elección si meter las manos? ¿Si ya la tenían hecha, para que ensuciar una elección que, con más o menos certeza, se preveía ganable? Tarados.
Si señores, una vez más el cordón lo hizo. En agronomía, como dijo un profeta "metieron hasta las paltas". Era esperable, pero no pueden ser tan carerraja de meter más votos en una hora que todos los que habían votado hasta ese momento (más de 100 votos). En la movida se vio nada menos que al consejero electo de facultad Mr. Jose Pendejo. Porque hay que ser bien pendejo para meter votos donde todo se sabe. Una verguenza.
Pero no fue todo. En Matemáticas votaron los muertos, pitágoras y hasta el hombre que calculaba. Aprovechando la debilidad de la defensa de la lista 3, los muchachos del cordón hicieron de las suyas nuevamente.
Si iban a ganar, ya estaba. Era cuestión de sumar y se daba. Pero entraron en pánico y se tiraron; lo que saben hacer: robar una elección, nuevamente.
Seguramente, los pescados podridos deben estar celebrando la chanchada, pero ojo que si los ovejeros ya la hicieron el año pasado y este año, es muy probable que el próximo también la hagan.
A ver si los commies sirven para algo y se ponen los pantalones.
