Viernes 7 algo pm. Casa central, salón de honor. La mesa 2009 de la fepucv hacía entrega del botín a los ovejeros versión 2010.
Discursos varios para abrir, continuar y concluir. Un momento para el clásico olvido.
La Carlita ha madurado. La maternidad en gran forma la ha dulcificado. Sus palabras eran más propias de una niña de la pastoral que de una dirigente revolucionaria y compañera. La nenita, clamaba su papa en la trastienda, mientras el papá hacía lo imposible por que no emitiera sonidos disonantes. Desde mi posición privilegiada en primera fila, podía ver a un oso gominola Mora, impecable, marcial, casi como maestro de ceremonia de palacio. Un verdadero Insulza, o panzer ovejero. Con su aire a promotor de feria libre, pero con corbata, vió?. Era el guardian del protocolo.
El cocktail de personajes que hicieron su aporte verborreico fue desde el vicerrector académico, con palabras de buena crianza, pero que denotaban un cuchillo clarito que se viene. El académico presidente del todo poderoso círculo académico (así parece que se llama), y un representante del wanderers que tiene un cargo en el sindicato de la pucv. Pura wena onda y alegría. Eso, hasta que le tocó hablar a una señora que estos descriteriados sacaron de su caja pagadora que tienen allá en el cerro San Juan de God. La pobre iñora no se aguantó la emoción de comparecer ante el rey shark y la corte de los milagros ahí reunida, en un salón imponente. Nadie seguramente calculó el impacto emocional de la situación, en la que ponen a una pobladora a agradecer todas las maravillas que hicieron por ella estos cabros tan bien intencionados y comprometidos con la sociedad y con los sectores más pobres del Puerto. Son esas pequeñas grandes cosas que denotan y connotan más que miles de discursos rimbombantes y grandilocuentes, cargados de la coolness pseudo revolucionaria. Una vergüenza.
Luego vino el cambio de mano propiamente tal. La anécdota. Pipe el mozito, como buen esbirro todo el tiempo estuvo sentado detrás de su jefe ovejero, con una asquerosa actitud y sumisión que huele a bondage y sometimiento.
Cambiaron de roles también, los nuevos consejeros de facultad, los consejeros superiores. A esa altura el rey shark era protagonista absoluto del momento. Cual calígula con su báculo, ungía a cada uno de los nuevos actores políticos. Se podría decir que su vcpdte. era como su virtual Incitatus. Todos debían besarle aquella parte al rey, una alegoría bastante ridícula y excesiva, pero así es la cosa en estas farsas revolucionarias. Al final, se trata de poder.
Uno de los momentos más ridículos de la jornada fue el discurso de la nueva mesa. Cabe notar que desde que los niñatos se sentaron en sus nuevos puestos al frente de la mesa, comenzaron a leer y ensayar in situ el discurso que leerían segundos después. Como si estuvieran calentando la materia para una prueba a última hora, desde el presidente a la última suche (sumadre) miraban frenéticamente un papel sobre la mesa, como pa que no se vayan a equivocarse cuando leyeran la choreza que les pasó su presidente.
El discurso de asunción, si bien fue escrito por el rey shark, lo leyeron por partes cada uno de los monkeys de la mesa. Como para marcar un sello de participación. Por supuesto que el discurso era más largo que un día sin pan (wena!). Al final la weá chacreada era un ensayo teórico sobre el estado actual de la educación superior chilena y blah blah, con énfasis en palabras como capitalismo, modelo, mercado, abuso, compañeros, revolución, derechos, la que cuelga, etc.
Y así po. Al final todos amigos, abrazos, risas, anécdotas, y shark figurando en las alturas con lo más selecto de la burocracia oficialista. Esa misma que seguramente le va a prestar ropa cuando lo tengan contra las cuerdas, con la mierda hasta el cuello y jurando de guata que él no fue, sino que fueron elementos radicalizados que no responden a la orgánica del movimiento estudiantil. Anótenlo.
By Barnes & noble
La Carlita ha madurado. La maternidad en gran forma la ha dulcificado. Sus palabras eran más propias de una niña de la pastoral que de una dirigente revolucionaria y compañera. La nenita, clamaba su papa en la trastienda, mientras el papá hacía lo imposible por que no emitiera sonidos disonantes. Desde mi posición privilegiada en primera fila, podía ver a un oso gominola Mora, impecable, marcial, casi como maestro de ceremonia de palacio. Un verdadero Insulza, o panzer ovejero. Con su aire a promotor de feria libre, pero con corbata, vió?. Era el guardian del protocolo.
El cocktail de personajes que hicieron su aporte verborreico fue desde el vicerrector académico, con palabras de buena crianza, pero que denotaban un cuchillo clarito que se viene. El académico presidente del todo poderoso círculo académico (así parece que se llama), y un representante del wanderers que tiene un cargo en el sindicato de la pucv. Pura wena onda y alegría. Eso, hasta que le tocó hablar a una señora que estos descriteriados sacaron de su caja pagadora que tienen allá en el cerro San Juan de God. La pobre iñora no se aguantó la emoción de comparecer ante el rey shark y la corte de los milagros ahí reunida, en un salón imponente. Nadie seguramente calculó el impacto emocional de la situación, en la que ponen a una pobladora a agradecer todas las maravillas que hicieron por ella estos cabros tan bien intencionados y comprometidos con la sociedad y con los sectores más pobres del Puerto. Son esas pequeñas grandes cosas que denotan y connotan más que miles de discursos rimbombantes y grandilocuentes, cargados de la coolness pseudo revolucionaria. Una vergüenza.
Luego vino el cambio de mano propiamente tal. La anécdota. Pipe el mozito, como buen esbirro todo el tiempo estuvo sentado detrás de su jefe ovejero, con una asquerosa actitud y sumisión que huele a bondage y sometimiento.
Cambiaron de roles también, los nuevos consejeros de facultad, los consejeros superiores. A esa altura el rey shark era protagonista absoluto del momento. Cual calígula con su báculo, ungía a cada uno de los nuevos actores políticos. Se podría decir que su vcpdte. era como su virtual Incitatus. Todos debían besarle aquella parte al rey, una alegoría bastante ridícula y excesiva, pero así es la cosa en estas farsas revolucionarias. Al final, se trata de poder.
Uno de los momentos más ridículos de la jornada fue el discurso de la nueva mesa. Cabe notar que desde que los niñatos se sentaron en sus nuevos puestos al frente de la mesa, comenzaron a leer y ensayar in situ el discurso que leerían segundos después. Como si estuvieran calentando la materia para una prueba a última hora, desde el presidente a la última suche (sumadre) miraban frenéticamente un papel sobre la mesa, como pa que no se vayan a equivocarse cuando leyeran la choreza que les pasó su presidente.
El discurso de asunción, si bien fue escrito por el rey shark, lo leyeron por partes cada uno de los monkeys de la mesa. Como para marcar un sello de participación. Por supuesto que el discurso era más largo que un día sin pan (wena!). Al final la weá chacreada era un ensayo teórico sobre el estado actual de la educación superior chilena y blah blah, con énfasis en palabras como capitalismo, modelo, mercado, abuso, compañeros, revolución, derechos, la que cuelga, etc.
Y así po. Al final todos amigos, abrazos, risas, anécdotas, y shark figurando en las alturas con lo más selecto de la burocracia oficialista. Esa misma que seguramente le va a prestar ropa cuando lo tengan contra las cuerdas, con la mierda hasta el cuello y jurando de guata que él no fue, sino que fueron elementos radicalizados que no responden a la orgánica del movimiento estudiantil. Anótenlo.
By Barnes & noble