
Esta semana se jugó en nuestra Universidad una verdadera pichanga, de esas con árbitro, camisetas y mallas en los arcos. Nada de improvisaciones. Se trataba de desarrollar una votación para elegir al profesor más representativo para que sea el próximo rector. En este proceso votan los profesores de la universidad que cumplen ciertos requisitos de antiguedad y de calidad académica. Lo que llaman la planta de profesores. Pero más allá de las reglas, surgió la propuesta de la Fepucv, que ya la exponían en su programa de gobierno, de permitir que los estudiantes de la U pudieramos votar. Obviamente ésta no fue acogida, pues existen consideraciones hasta legales que prohiben que los estudiantes voten en la generación de autoridades superiores de las universidades. Pues bien. Una vez más, aparentemente perdimos. O, en honor a la verdad, la dirigencia estudiantil perdió. Pero tiene una gran oportunidad de salir de la cancha dando saltitos celebrando su "derrota".
Pero no todo está perdido, incluso para los Shark boys. Como todo proceso que comienza, viene una nueva rectoría a la universidad y lo que queda es copar los espacios de diálogo, sin quedarse en la forma de una elección. La universidad y los propios estudiantes tenemos esos espacios pero no siempre se ocupan ni menos se les saca provecho. La porfía y el error de la Fepucv fue haber hecho parecer el hecho de votar en esta elección como un fin en sí mismo, cuando no era el caso. La lección es no perder el camino avanzado en los espacios de diálogo y abrir los ojos ante los que se están desperdiciando. Próximamente tiene que haber una nueva convención de estudiantes, momento para que entre nosotros, confrontemos ideas y debatámos abiertamente qué cambios queremos, primero en nuestro propio modo de hacer política universitaria. ¿Qué nivel de importancia tiene una Federación de estudiantes que fracasa en sus intentos de trazar proyectos que nacen muertos?. ¿Qué se está haciendo en los espacios que hay en los consejos de facultad?. ¿Qué destino tienen propuestas que se hacen para la galería y para ganar votos en una elección estudiantil?. Cuesta creer que gente que está bien formada pueda caer en lo que podemos calificar, generosamente, como errores burdos. Lo otro es pensar que pretenden tener a su masa electoral enfocada en el tema de una elección para desviar la mirada de sus precariedades en otros ámbitos, pero esto sería un poco odioso. Al final es política y estrategias hay muchas para obtener dividendos.
Pero no todo tiene que ver con nubes negras.
Por otro lado hay una campaña pública para que la universidad construya 300 viviendas de emergencia junto con un techo para chile. Se trata de un esfuerzo de logística inédito en el que más de 500 estudiantes tendrán que movilizarse a las zonas afectadas del país. Lo insólito es que durante el tiempo que estén trabajando en terreno se darán facilidades académicas, lo que se conoce como fuero académico. Distintos grupos de voluntariado ya están activos inscribiendo para poder unirse, en lo que podría ser la cruzada épica más masiva de la que se tenga recuerdo al menos en los últimos 20 años en la universidad.
Parece que no queda más que entusiasmarse y partir a meter las manos al barro y jugársela porque un gran grupo de familias chilenas no pase el lluvioso invierno durmiendo en la calle. Según la propia web de la universidad:
"Los interesados podrán inscribirse aquí, donde se encuentran las condiciones de postulación. El formulario disponible en ese sitio deberá enviarse a voluntarios@ucv.cl
La Universidad dispondrá facilidades académicas para aquellos estudiantes que se sumen a la campaña de reconstrucción.
Gracias a la iniciativa, numerosas familias comenzarán a dejar atrás la situación de extrema precariedad en que viven y podrán vislumbrar con esperanza mejores perspectivas para su futuro."
Mayor información en www.pucv.cl